El 11 de diciembre de 1987 el Centro Histórico de la Ciudad de México fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Es el más grande de América Latina y uno de los centros turísticos más importantes del mundo y el principal destino turístico del país. Cuenta con cerca de 1,500 edificios, entre templos, museos, hoteles, tiendas, galerías, teatros y centros culturales, muchos de ellos catalogados como monumentos históricos o artísticos.
Cuenta con vestigios de los cinco templos aztecas localizados hasta ahora, la ciudad posee la catedral más grande del continente y hermosos edificios públicos de los siglos XIX y XX como el Palacio de Bellas Artes. Las estructuras urbanas y rurales creadas a partir del siglo XVI durante el periodo colonial se han conservado admirablemente.
Durante los últimos años se han emprendido una intensa campaña de restauración para devolverle a la zona el esplendor y el dinamismo que la caracterizaba .
Algunos de los criterios que se tomaron en cuenta para que el Centro Histórico fuera declarado Patrimonio de la Humanidad son:
- Tener un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultura o de una civilización que está viva o ha desaparecido
- Tener un ejemplo sobresaliente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra etapas significativas en la historia humana.
Entre los atractivos de esta zona se encuentran: el Zócalo, la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el Palacio de Correos, el Palacio de Minería, el Palacio de Medicina, el Palacio de Bellas Artes, la Alameda Central, la Torre Latinoamericana, el Museo Nacional de Arte, la Plaza Garibaldi, el Templo de San Hipólito, el Templo de San Fernando, el Edificio de la Asamblea Legislativa, el Museo de la Ciudad de México, el Antiguo Palacio del Arzobispado, la Academia de San Carlos, entre otros.