El arte urbano o grafiti irrumpió en la escena del espacio público de las grandes ciudades del mundo, alrededor de la década de los sesenta del siglo XX, mediante etiquetas, esténciles, carteles y, particularmente, murales. En los años noventa se acuñó el término arte urbano (Street art).
En la Ciudad de México el arte urbano cobró fuerza a finales de los años ochenta; desde entonces es una parte esencial de la identidad de los muy diversos barrios que la conforman.
- El centro histórico no ha sido ajeno a este fenómeno; lamentablemente, el grafiti invasivo vulneró el patrimonio cultural y el paisaje urbano, al realizarse de manera masiva e incontrolada en distintos espacios de esta zona de la ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
- El reto es lograr que este arte conviva y se mezcle con el patrimonio cultural edificado y que resalte los valores excepcionales asociados con las calles del centro histórico.
- El arte urbano puede alcanzar altas cotas de calidad, convirtiéndose en una forma de expresión artística con una sensibilidad única para transmitir el pulso de la urbe. De esta manera, resignifica espacios inexpresivos a través del deleite estético, y sorprendiendo de manera positiva a sus espectadores.
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