Al terminar la Conquista, Hernán Cortés recibió como gratificación el Palacio de Moctezuma. Luego de vendérselo a la Corona, el predio fue destinado para mansión de los virreyes y, desde entonces, su edificio ha sido residencia de presidentes y recinto ceremonial del Poder Ejecutivo. Dos de las puertas de Palacio Nacional abiertas al público nos conducen a distintos momentos históricos.
Sobre su puerta principal se ubica la Campana de Dolores, símbolo de la Independencia de México. Por aquí se llega al patio central en el que se levanta una reproducción de la antigua Fuente del Pegaso, y en el segundo corredor, en la pared adyacente a la Escalera de la Emperatriz, se hallan los famosísimos murales de Diego Rivera que representan cuatro siglos de historia mexicana.
Por la Puerta Mariana, al norte, se accede a los patios interiores. Ahí se ubica la que fue casa del presidente Benito Juárez, representante del constitucionalismo mexicano, hoy convertida en museo. Al final se halla su estatua, elaborada por el escultor Jesús Contreras. Unos pasos más hacia el oriente está el salón art déco Guillermo Prieto, el Recinto Parlamentario o antigua Cámara de Diputados, el Jardín Botánico de cactáceas, así como la antigua sala de fundición de la Casa de Moneda, también conocida como la Capilla de la Emperatriz.
Sobre el balcón presidencial se halla la Campana de Dolores que fue usada por Miguel Hidalgo al iniciar la Independencia de México. Fue traída a Palacio Nacional en 1896 del estado de Hidalgo y montada en su nicho con honores militares. Desde entonces, cada 15 de septiembre sus repiques sirven para celebrar el arranque de la soberanía mexicana"